DÍA 6: Viernes
de trabajo.
Desayuno a
las 09:00. Mi desayuno de siempre (tostada integral con aove, kiwi y leche con
colacao).
Comida a las 17:30. Me comí este
estupendo bacalao con tomate que hicieron mis compis, y yo le añadí unos brotes
de soja que tenía en la nevera. Lo acompañé con 3-4 picos de pan y agua. De
postre me tomé una onza de chocolate negro 80%.
Merienda a las 18:30. De nuevo yogur
desnatado edulcorado, plátano y canela. La combinación fruta-canela (sobretodo
plátano) me encanta y me da el toque dulce del día, no teniendo que recurrir a
la amada-odiada bollería industrial
Cena a la 02:30. Con más hambre y más
cansancio que yo que sé qué, comí filete de ternera con pisto. Tomé algo más de
picos de lo normal y, de postre, onza de chocolate negro 80%.
La verdad, llegué con ganas infinitas
de arrasar con todos los dulces que hubiera y “hasta luego”. Pero me paré y
pensé en que todo lo que había conseguido en la semana no era para echarlo a
perder por un día duro. Así que comida sana y a dormir 4 horitas, por
desgracia.
Era mi último día de trabajo de la
semana, libro el finde, ¡Yuhu! Hay que recargar fuerzas porque viene la SEMANA
SANTA y, por si aún no lo sabéis, trabajo de CAMARERA en SEVILLA. Uf, creo que
nos espera una buena…
En cualquier caso, estoy muy contenta
con mi semana laboral. Creo que he trabajado bien, no estoy excesivamente
cansada a pesar del trabajo de 6 días, con horario mierder y he logrado
alimentarme muy bien, sin picar (muy difícil en esta profesión con estos
horarios) y sin pecar (hablamos de bollería industrial y kg de colacao, claro).
El fin de semana seguiré contándoos
cómo me alimento, ya que no quiero caer en el súper-mega capricho de tirarme
todo el finde zampando.
Y los pensamientos y conclusiones de
esta semana son…
1.Si se quiere, se puede. Lo peor es
caer en la autocompasión y en tener la comida como única salida a la falta de
tiempo y “libertad”. Muchas veces un paseo, un ratito de tumbarse en la cama o,
simplemente, pararse a pensar qué necesito realmente, es lo mejor que se puede
hacer.
2.La mayoría de las veces, eres más
fuerte de lo que crees. Ponte a prueba y verás todo lo que puedes sacar de ti
mism@
3.Hay que afrontar las cosas desde
una buena perspectiva. Estar todo el día pensando en la mierda de
trabajo/vida/entorno que tienes te hará dejar de ver lo que haya de positivo.
En mi caso, hoy por hoy, sigo la teoría de mi grandísima amiga Laura: “Pensar
en que es trabajo. Es dinero para poder ahorrar, poder comenzar una vida con la
persona que quieres y poder optar a algo mejor”.
Fuerza y pa’ alante.
¡DÍA 6
CONSEGUIDO!
*Nutrienterate
Entonces no eres nutricionista, ¿no? Pienso que deberías dejarlo bien claro en tu web. Igual que no es de recibo que alguien que no sea médico se haga pasar por tal, deberíamos ser cautos en este terreno.
ResponderEliminarAnónimo, los dietistas y nutricionistas también tenemos que pagar facturas y vivir de los que nos dejen, una cosa no quita la otra. Gracias Laura por compartir tus experiencias! :)))
EliminarHola Anónimo. Soy técnico superior en dietética, lo dejo claro en todas partes! Pero también soy humana, y tengo mis "bajones" como todos. Gracias por comentar :)
EliminarCreo que hoy en día es más común ver trabajar a alguien en algo que no se corresponde a sus estudios y/o formación específica que al revés (por desgracia...).
Eliminar¡Un saludo, y buen diario!
Por desgracia, así es Javier. Pero no pierdo la esperanza, algún día alguien me dará una oportunidad para dedicarme a lo que me apasiona :)
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa verdad es que me está pareciendo una "terapia" de lo más útil Laura! Y si, de paso, puedo animar a alguien a unirse y mejorar, de lujo. Gracias por pasarte por aquí :)
EliminarBorre el comentario y lo puse arriba para que anónimo lo viera :))) de todo se aprende! :))
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