DÍA 1:
Domingo de trabajo.
Desayuno a
las 10:00. No tengo foto, pero siempre desayuno lo mismo: Kiwi + Tostada
integral con AOVE + leche “manchada” con colacao.
Comida a las 18:00. Suelo cocinar los
días que tengo libres todos los platos que comeré durante la semana de trabajo
y los congelo, para no perder tiempo.
Ayer tocó arroz integral + pisto +
cazón. Lo acompañé con agua y 3-4 picos de pan.
Merienda a las 19:00. Cuando trabajo
junto la comida con la merienda, porque luego hasta al menos la 01:00 no ceno,
así que prefiero comer más por la tarde.
Ayer merendé yogur desnatado
edulcorado + plátano + canela.
Cena a las
00:30. Cené unas riquísimas brochetas de ternera y patatas. Lo acompañé con
agua y nada más.
¿Objetivos
cumplidos? Parece que sí, porque no he comido ningún alimento superfluo ni
fuera de mis horas de comidas, aunque la tarde-noche de trabajo fue muy dura en
cuanto a las ganas de arrasar con algo. ¡Pero no toqué nada!
Lo que hacía
mal desde que empecé a trabajar es comer mucho pan durante el trabajo, meterme
algo de bollería industrial con colacao después de haber comido bien,… La
ansiedad, el estrés y la falta de tiempo libre son para mí claves que hacen que
“me muera” por meter calorías vacías a todas horas.
¡DÍA 1
CONSEGUIDO!
*Nutrienterate
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