Y no hablo del de la ropa de cuando pesabas 5 kg menos y te
quedaba todo más kuki.
Hablo precisamente del que esconde las cosas que te han
hecho “ganar” esos 5 kg.
En la cocina, arrinconado y oscuro, como si no lo
quisiéramos. Ja!
En la mayoría de las casas de la gente que conozco y/o he
ayudado a intentar mejorar su alimentación y estilo de vida existe un recoveco lleno
de productos poco interesantes, que sus propios dueños definen de las
siguientes maneras:
-Las patatas fritas son para las visitas, habrá que ponerles
algo de picar, ¿no?
-Los dulces son para mi marido, no sabe merendar si no es
una magdalena / cortadillo / galletita. Pero eh, pone en el paquete que son
aptos para diabéticos porque no llevan azúcar (pero sí fructosa, grasa de
palma, harinas refinadas,…y calorías para “parar un carro loco”. O más bien
para ponerlo muy en marcha).
-El colacao es para los niños, ¡algo tendrán que desayunar!
-El chorizo es para echar un pelín en el puchero, me lo
traen del pueblo, ¡es artesanal y natural!
-Los huevos kínder son para mi sobri, me gusta darle un
regalito cuando viene a verme.
Pero qué co… ¿Tú te escuchas? Porque yo también he puesto
esas excusas y ahora me doy vergüenza cuando lo pienso.
Sé honest@, ¿quién se termina comiendo esas cosas siempre?
Aunque te cueste reconocerlo, si está en TU casa vas a
terminar comiéndotelos TÚ. En alguna tarde de aburrimiento, o de sofá y peli,
en una noche de un día pésimo que no te ha dado tiempo a preparar nada para
cenar,… En cualquier momento, si lo tienes al alcance de tu mano, terminará en
tu tripa.
Algunas personas dicen que no tener la tentación en casa no
es un logro, que es mejor tenerla y aprender a pasar de ella.
Eso sería ideal amig@, pero la mayor parte de los mortales
no funcionamos así de bien.
Hoy en día yo llevo una vida más o menos saludable, tengo
estudios sobre el tema, conozco mis puntos débiles y a veces hasta consigo
vencerlos. Pero, ¿sabes qué? No puedo tener por casa mucho pan (de los
colines/picos ni hablamos) o unos dulces. Porque me los termino comiendo,
pronto, y rápido.
Y las visitas tendrían que comerse el brócoli abandonado en
la nevera.
Reflexiona, ser fuerte es importante, pero reconocer tus
debilidades y gestionarlas bien me parece mejor aún.
*Nutrienterate