viernes, 24 de febrero de 2017

El armario enemigo

Y no hablo del de la ropa de cuando pesabas 5 kg menos y te quedaba todo más kuki.
Hablo precisamente del que esconde las cosas que te han hecho “ganar” esos 5 kg.

En la cocina, arrinconado y oscuro, como si no lo quisiéramos. Ja!

En la mayoría de las casas de la gente que conozco y/o he ayudado a intentar mejorar su alimentación y estilo de vida existe un recoveco lleno de productos poco interesantes, que sus propios dueños definen de las siguientes maneras:

-Las patatas fritas son para las visitas, habrá que ponerles algo de picar, ¿no?

-Los dulces son para mi marido, no sabe merendar si no es una magdalena / cortadillo / galletita. Pero eh, pone en el paquete que son aptos para diabéticos porque no llevan azúcar (pero sí fructosa, grasa de palma, harinas refinadas,…y calorías para “parar un carro loco”. O más bien para ponerlo muy en marcha).

-El colacao es para los niños, ¡algo tendrán que desayunar!

-El chorizo es para echar un pelín en el puchero, me lo traen del pueblo, ¡es artesanal y natural!

-Los huevos kínder son para mi sobri, me gusta darle un regalito cuando viene a verme.

Pero qué co… ¿Tú te escuchas? Porque yo también he puesto esas excusas y ahora me doy vergüenza cuando lo pienso.
Sé honest@, ¿quién se termina comiendo esas cosas siempre?

Aunque te cueste reconocerlo, si está en TU casa vas a terminar comiéndotelos TÚ. En alguna tarde de aburrimiento, o de sofá y peli, en una noche de un día pésimo que no te ha dado tiempo a preparar nada para cenar,… En cualquier momento, si lo tienes al alcance de tu mano, terminará en tu tripa.

Algunas personas dicen que no tener la tentación en casa no es un logro, que es mejor tenerla y aprender a pasar de ella.
Eso sería ideal amig@, pero la mayor parte de los mortales no funcionamos así de bien.

Hoy en día yo llevo una vida más o menos saludable, tengo estudios sobre el tema, conozco mis puntos débiles y a veces hasta consigo vencerlos. Pero, ¿sabes qué? No puedo tener por casa mucho pan (de los colines/picos ni hablamos) o unos dulces. Porque me los termino comiendo, pronto, y rápido.
Y las visitas tendrían que comerse el brócoli abandonado en la nevera.

Reflexiona, ser fuerte es importante, pero reconocer tus debilidades y gestionarlas bien me parece mejor aún.


*Nutrienterate

viernes, 17 de febrero de 2017

De esos días que...

Vuelves a casa del trabajo (medianoche). La semana se te está haciendo eterna, tienes más trabajo del habitual y encima sólo librarás el domingo.
Según giras la llave para entrar al hogar te vienen a la cabeza unas ganas irrefrenables de comerte 8 napolitanas, o 10 donettes, o una bolsa de magdalenas,… Uf, mal vamos.

Te quitas el abrigo, enciendes la tele (cualquier serie de estas para pasar el rato), te sientas en una silla de la cocina:
“Respira, ¿qué había de cena? Agg, caballa en escabeche. Con lo que me apetece llenar mi panza (y mis pensamientos, mi cansancio, mi estrés) de cualquier cosa que chorree chocolate. Menos mal que en casa nunca suele haber de esas cosas. Aunque podría comerme entera la tableta de chocolate 80% de cacao que sí tengo. O descongelar un buen pedazo de pan, fundir la tableta en el micro, bañar la tostada en ella y pa’ dentro. Ays…Respira”

Sales de la cocina, te pones el pijama y vuelves. Caballa en escabeche, ¿no? Emmm… Uf, vale…
Joder, ¡sabe a gloria!

El plato vacío, tu tripa saludablemente llena y ese pensamiento chocolatero que ya casi no está.
De postre, una onza del choco 80% cacao que tanta ayuda te presta muchas veces. Súper lavado de dientes, y a dormir.

El día ha sido una mierda, pero tú NO. Y eso te deja descansar tan en paz…


*Nutrientérate

miércoles, 1 de febrero de 2017

Listo en 5 minutos

Seguro que muchos de vosotros ya habéis visto el nuevo producto de maggi “Que cocine…” ¿verdad?

Para los que no, os cuento: Son unos botes tipo “yatekomo” y otros mejunjes comerciales, que alberga en su interior pasta y un sinfín de ingredientes MUY POCO INTERESANTES para nuestra salud (entre ellos: grasa de palma, azúcar, maltodextrina de patata, maltodrextina de maíz, jarabe de azúcar).

Así se presenta y vende:





Podríamos decir mil cosas de este nuevo invento pero hoy me voy a centrar en su slogan principal (o el que me parece más llamativo a mí): “listo en 5 minutos”. Y bien, ¿esto es un logro para un “mierder producto”? Desde mi punto de vista NO.

¿Sabes cuántas comidas ricas y saludables se pueden hacer en 5 minutos? Ahí van unas cuantas ideas:


La industria no quiere ponértelo fácil, no quiere que te cuides comiendo, no quiere que te alimentes como es debido. Más bien le da igual. Sólo quiere vender, vender y sacar beneficios.

Por eso, gasta tu dinero en algo que de verdad merezca la pena. Y cocina, leche, ¡que no es para tanto!

Gracias por leernos, Nutrienterate.