lunes, 12 de enero de 2015

Normal, light, fitness, “bajo en…” ¡QUÉ LOCURA!

Seguro que muchos de los que estáis leyendo estas líneas os habéis zampado el turrón a puñados pensando en lo bien que ibais a llevar a cabo la dieta y los hábitos cuando se terminaran las vacaciones.

Ese lunes postvacacional que toca llenar la nevera en plena “cuesta de enero” teniendo en cuenta que hay que hacerse con muchos productos (y no digo alimentos) que dejen bien claro en su envoltorio que son súper poderosos para ayudarnos a combatir esos kg de más que tenemos, se hace duro. Toca leer y releer etiquetas, en la mayoría de los casos sin entender alguna información o creyéndonos lo que nos cuenta un papel.
Como seguro que la mitad de la compra será de alimentos que ponen bien claro en sus embalajes que son LIGHT, vamos a descubrir un poco mejor qué quiere decir exactamente esta denominación, y si compensa gastarse más dinero en estos productos.

Lo primero que tenemos que entender bien claro es que “light” es sólo una denominación comercial que NO dota a los productos alimenticios de ningún poder mágico para hacerte adelgazar. Además, los productos deben cumplir unos requisitos para promocionarse como:

-Light: Deben tener reducido en un 30% el contenido en uno o más nutrientes, en comparación con un producto similar de referencia.

-Bajo en calorías: Se puede denominar así si tiene 40kcal/100gr o 20kcal/100 ml.

-Sin calorías: Si tiene menos de 4 kcal/100 ml.

Sabiendo esto, vamos a comparar unas cuantas cositas de esas que, no sé muy bien por qué, aparecen en los carros de muchos compradores.




Como podemos observar, muchos de los productos que se denominan “light” tienen prácticamente las mismas calorías que su versión normal y, por supuesto, NO son adelgazantes ni carecen de calorías. Así pues, ¿merece la pena gastar más dinero en estos productos? En mi humilde opinión… No.
Lo que merece de verdad la pena es llenar el carro de la compra de ALIMENTOS. Sí, esos que no tienen etiquetas eternas con nombres raros. Hablo de verduras, frutas, pescados y carnes frescos, huevos, leche y otros alimentos que, si llevan etiqueta con ingredientes, no tienen más de 3 o 4.
En cualquier caso, si tenéis que adquirir algún producto, os aconsejo que “perdáis” unos minutos en leer bien las etiquetas. Muchas son sorprendentes.



Gracias por leernos.

Nutrientérate. (Laura Massía)

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