lunes, 13 de noviembre de 2017

Ojalá fuera fácil

Hay a quien se le llena la boca con la fuerza de voluntad.

"Estás gordo porque no tienes fuerza de voluntad". Bueno, sí pero NO, ni de coña.

Ojalá ese estado fuera solo consecuencia de la falta de fuerza de voluntad.
Hay tantos mecanismos dentro (y fuera) de nuestro cuerpo que condicionan nuestro estado de salud que es mejor no hablar, que ser tan simplista.
Muchas de estas cosas/situaciones/mecanismos no están tan en nuestra mano para cambiarlas, por desgracia.

Por suerte, otras sí. Una cosa es que no todo sea "culpa" nuestra y otra que nos saboteemos a nosotros mismos y, por consiguiente, a nuestro cuerpo y mente. Y de esto quiero hablarte hoy:



No puedes evitar que en la TV publiciten comida basura a todas horas, pero puedes apagarla y abrir un buen libro. O salir a pasear, o meditar, o llamar a esa persona con la que hace tiempo que no hablas.

No puedes hacer desaparecer los miles de mierderproductos que ponen a la venta en supermercados o tiendas de “alimentación” (parece nombre irónico, porque casi nada de lo que venden son ALIMENTOS), pero puedes prescindir de visitarlos tan a menudo. Puedes comprar en la frutería de tu barrio, en el mercado o mercadillo. Puedes evitar pasar por ciertos pasillos si vas al hiper, ir a la compra con hambre o no llevar las ideas claras.

No puedes prohibir a tus amigos, familiares o compañeros de trabajo que te inciten a comer ultraprocesados porque “un día es un día”, “es que es mi cumple/su cumple/prenavidad /prevacaciones/”. Pero puedes no tener ninguno de esos ultraprocesados en casa ( http://nutrienterate2.blogspot.com.es/2017/02/el-armario-enemigo.html ) de manera que evitarás comerlos a diario.

No puedes hacer que todo el mundo entienda tu lucha contra el sobrepeso pero puedes explicarles tu situación, que necesitas apoyo y que basta con que no te ofrezcan constantemente comida, con que no llenen la casa de azúcar o con que te animen a hacer actividades y no a hundirte más en el sofá.
De hecho, no hace falta que sumen, pero al menos que no resten.


Y si sientes que tampoco puedes hacer ninguna de estas cosas, no te martirices, no te desalientes. No eres l@ únic@, no estás sola, no tienes que hacerlo tú sol@. Hay muchos profesionales que pueden y quieren ayudarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión siempre es interesante, ¡compártela!