martes, 19 de septiembre de 2017

Aquí no va nadie al volante.

Repaso al artículo leído estos días… (leedlo antes o no os enteraréis de nada)


Lejos de meternos en ideologías u opiniones religiosas, nos quedaremos con los detalles nutricionales del asunto (la mayoría plasmados en opiniones de las madres ofendidísimas). ¡No tienen desperdicio, oiga!

“¿Por qué los niños tienen que dejar de comer carne de cerdo?”
A)Porque hay mil posibilidades mejores, que incluirían alimentos que podrían tomar TODOS los niños inscritos en el comedor.

B)No tienen por qué no tomarla, dásela en tu casa a la hora de la cena, desayuno, merienda, fin de semana,…

“Nos vendieron que el menú iba a ser ecológico” 
Sinceramente, leyendo esta opinión parece que esta madre ni sabe lo que significa que algo sea ecológico.  Y con la opinión de la mediterráneo más de lo mismo…

“En el menú había un exceso de verdura y carencia de carne” 
Bueno, esta opinión es para tirarse al suelo (no sé si de risa o de llanto). Vivimos en un país lleno de procesados y obesidad infantil ¿y te vas a quejar de que ponen mucha verdura en el comedor a tu hij@? Seguramente esta madre sea la que luego en casa intenta obligar a sus hijos a tomar verdura, pero en el comedor, no gracias, no vaya a ser que le gusten y tenga que cocinar más en casa.

Por cierto, ¿en qué se basará para decir semejante estupidez? Ah sí, seguramente en el oráculo “pirámide nutricional”.

“Cuscús, tabulé, cúrcuma” 
Aberraciones de la gastronomía, sí. ¡Que vuelvan las varitas de (no)pescado rebozadas y fritas! Eso sí, yo esta noche me voy al restaurante indio de moda, a probar platos que no sé ni pronunciar pero son muy cool.


No sé si será exagerada mi opinión, pero creo que negarse de manera tan extrema a que los niños prueben algo nuevo alegando esas opiniones denota:

A)Poca educación nutricional: qué más da cómo llamen al menú o a la carne. Si la comida de tu hij@ va a basarse sobretodo en ALIMENTOS, deberías estar más agradecid@ que ofendid@.

B)Poca empatía: Según leemos, el objetivo del nuevo menú era que TODOS los niños del centro pudieran estar bien alimentados. Después esperaréis  que vuestros hijos sean respetuosos con los demás niños…

Veréis, no soy madre pero creo que si mi hijo un día viniera a casa diciendo que hoy han cambiado las croquetas de chorizo de siempre por tabulé, pensaría “elegí bien ese cole”. Ah, y animaría a mi hijo a aprender más sobre ese plato y a prepararlo juntos en casa. Eso se llama EDUCACIÓN NUTRICIONAL.

Llamadme loca.


Gracias por leernos, Nutrientérate.

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